Boca Juniors se encontró con un Corinthianas durísimo, que por momentos pareció invulnerable, con el que apenas logró igualar 1-1 tras haber sacado una ventaja que parecía decisiva, en la final de ida de la Copa Libertadores.
En La Bombonera, Facundo Roncaglia abrió el marcador sobre los 27 de la segunda mitad y cuando todo parecía liquidado, Romarinho, quien había ingresado un minuto antes, puso la igualdad que deja mejor parado al equiopo brasileño para el desquite del próximo miércoles en San Pablo que definirá la Copa Libertadores de América.
El equipo paulista respondió a sus antecedentes con una labor defensiva muy firme y sin fallas, mantuvo el juego lejos de su arco durante la mayor parte del partido y contó con producciones de alto nivel por partes de sus centrales Chicao y Leandro Castán. Pocas veces buscó el ataque, pero cuando las circunstancias lo obligaron conquistó un tanto fundamental.
El mayor mérito de Boca fue la insistencia. En el segundo tiempo se hizo más intenso en su gestión ofensiva, pero le costó mucho encontrar los caminos para desequilibrar al rival y aunque mantiene su chance intacta, no logró el resultado que quería.
A Boca se le escapó más de media hora de juego en la que no logró ejercer presión sobre Corinthians, ya que casi no pudo disponer de la pelota ni tuvo profundidad.
En el primer minuto de juego, tras un tiro libre ejecutado por Juan Román Riquelme, Rolando Schiavi cabeceó apenas por encima del travesaño. Pero después casi no llegó al área rival, ya que sus intentos se diluían mucho antes.
Corinthians jugó esa parte inicial con tranquilidad. Contó con una última línea muy bien parada y con volantes que achicaron bien hacia atrás. Le faltó algo más de profundidad en ataque, pero tuvo una buena oportunidad a los 7 con un remate frontal de Paulino que Agustín Orion desvió al corner volando sobre su izquierda.
En el último cuarto de hora de la etapa, Boca logró llevar el juego a los últimos metros de cancha, pero el arquero Cassio casi siguió sin tener trabajo. La única acción de cierto riesgo tuvo lugar a los 35 cuando Pablo Mouche, habilitado por Riquelme, llegó al fondo y sacó un centro conectado de tijera por el uruguayo Santiago Silva, pero el balón rebotó en Alessandro.
A los 39, Facundo Roncaglia, quien ya estaba amonestado, cometió una clara falta de atrás contra Emerson y el arbitro decidió pasar por alto lo que debió haber sido una indiscutible expulsión del defensor xeneize.
Boca arrancó el segundo tiempo muy determinado, hizo retroceder a su rival y tuvo una buena posibilidad sobre los 4 con un remate alto de Riquelme después de recibir de Walter Erviti.
La siguiente llegada del equipo local se produjo a los 18 cuando Riquelme, que había encontrado algunos espacios estacionándose por izquierda, tocó corto dentro del área para Mouche, cuyo disparo desde buena posición salió recto al cuerpo de Cassio.
Corinthians llegó por primera vez a los 21 con centro de Paulino que cabeceó Liedson por arriba del travesaño. Después de un pasaje en el que había bajado el ritmo, Boca volvió a acelerar y a los 27 logró el ansiado gol. Fue tras un córner de Mouche desde la izquierda, que bajó Pablo Ledesma, conectó Silva de cabeza, salvó Chicao con la mano en la raya y de arremetida Roncaglia anotó.
Boca fue por más, pero en un descuido, a los 40, Emerson, apareciendo por primera vez por derecha, colocó una muy buena pelota para Romarinho y el delantero recién ingresado picó el balón ante Agustín Orion para establecer el empate.
Ya en tiempo agregado, Boca pudo desnivelar con un centro de Clemente Rodríguez que Lucas Viatri cabeceó al travesaño; el rebote lo tomó Darío cvitanich, quien se llevó la pelota por delante y la tiró afuera. Y asi el equipo de Julio Falcioni debió resignarse al insuficiente empate.
El equipo 'xeneize' ya conquistó la Copa en seis ocasiones, mientras que el Corinthians va en procura de su primera consagración en esta competencia internacional.
A San Lorenzo se le dieron todos los resultados. Ya condenado a la Promoción, tenía que ganar para salvarse del descenso directo y esperar que Banfield no sumase de a tres y así se dio. Logró conseguir una chance más, 180 minutos frente a Instituto de Córdoba para poder mantener la categoría.
La Promoción fue un desahogo para los hinchas y sobre todo para su técnico, quien fechas atrás había asegurado que "firmaba el empate". Hoy a Caruso Lombardi ya no le preocupa cómo conseguir el resultado sino únicamene que se de: "no me importa si jugamos bien o mal, lo importante es conseguir un resultado positivo".
Para el DT, Instituto es un equipo "diferente" y peligroso: "ellos nos pueden complicar, tienen jugadores muy rápidos como (Diego) Lagos y (Paulo) Dybala. Además, el cinco (Ezequiel Videla) es un gran jugador, le da salida al equipo. Hay que tener mucho cuidado".
"Me llamó Aníbal Fernández para agradecerme por armar el equipo y algunos jugadores también. Tuve una relación excelente con muchos", sostuvo el DT en relación al ascenso del Quilmes Atlético Club, es que Caruso Lombardi se había ido -a 11 fechas de finalizar el torneo- del equipo Cervecero por el llamado del presidente del Ciclón, Carlos Abdo. San Lorenzo partirá hoy hacia Córdoba con vistas al encuentro de ida ante Instituto programado, en principio, para el jueves a las 19.
Por parte de La Gloria, el equipo se encuentra golpeado luego de la goleada sufrida ante Ferro en la última fecha del torneo, que lo marginó de la posibilidad del ascenso directo.
El volante central del equipo cordobés, Ezequiel Videla , expresó que ante San Lorenzo jugarán con "el corazón" y confió en ascender a Primera División. "Los que tenemos todo para ganar somos nosotros", enfatizó Videla al término de la práctica realizada ayer por el plantel, que consistió en trabajos regenerativos. "Este partido tiene que servir de experiencia y ahora nos vamos a dedicar a San Lorenzo, que es una situación límite", sentenció.
Miami derrotó a Oklahoma en el quinto juego y se quedó con la final de la NBA por 4-1. James nuevamente fue figura, MVP del torneo, y sumó su primer anillo. Wade y Bosh, las otras figuras del campeón.
Se hizo esperar, pero llegó. LeBron James consiguió su primer anillo de la NBA a sus 27 años. Como líder de Miami, fue la figura del equipo en el quinto partido de las finales, donde se impuso con los Heats a la revelación de la temporada, Oklahoma City Thunder, por 121-106 y así ganar 4-1 la serie de las Finales al mejor de siete.
Cuatro figuras cargaron con el papel protagónico de los Heat en el choque disputado la noche del jueves: LeBron James, Chris Bosh, Dwyane Wade y una sorpresa: Mike Miller.
James logró un triple doble con 26 tantos, 11 rebotes y 13 asistencias. Su actuación a lo largo de los Playoffs le valió el reconocimiento de MVP (jugador más valioso), que también conquistó en la fase regular. "Era hora ya", dijo emocionado James, quien necesitó nueve temporadas en la liga para alcanzar el ansiado anillo de campeón. "Fue un trabajo arduo y de mucha dedicación, pero es la noche más feliz de mi vida como profesional".
El zurdo Bosh aportó 24 tantos con siete rebotes, en tanto Wade sumó 20 puntos, con ocho capturas y tres asistencias. "Tomamos la decisión de ser un equipo cuando nos reunimos el año pasado", expresó Wade. "Sabíamos que era preciso que cada pieza encajara para lograr el objetivo y eso incluía excluir el orgullo por ser principal protagonista. Los demás jugadores dieron un importante aporte. El triunfo ha sido obra de todos"
Miller anotó 23 puntos, con 7 de 8 fuera del perímetro. Su puntería desestabilizó la defensa de los Thunder, que poco a poco fueron cediendo terreno y se vieron superados tanto en defensa como en ataque por un equipo que jugó su mejor partido de la final. A falta de tres minutos para concluir el tercer parcial, los Heat se adelantaron por 25 puntos (88-63), gracias al quinto triple de Miller. Otro enceste de Miller desde la línea de libres cerró el cuarto con 26 de ventaja para los ganadores (94-70).
Casi de inmediato de disputarse el salto en el centro de la cancha que dio inicio al cuarto cuarto, Miller encestó su sexto triple, que dio ventaja de 27 puntos (98-71) a los Heat. La suerte ya estaba echada y solo era cuestión de tiempo que los Heat obtuvieran el segundo trofeo dorado de la franquicia, el anterior en 2006.
Kevin Durant, máximo anotador de los últimos tres partidos, encabezó a los Thunder con 32 puntos y 11 rebotes. Russell Westbrook y el zurdo James Harden marcaron cada uno 19 puntos.
Durante los Playoffs, los Heat derrotaron 4-1 a los New York Knicks, 4-2 a los Indiana Pacers y 4-3 a los Boston Celtics. Frente a los Thunder cayeron en el partido inicial 105-94 en Oklahoma, pero a continuación vencieron en los cuatro siguientes: 100-96 (también como visitantes) y 91-85, 104-98 y 121-106 estos tres últimos en la American Airlines Arena de Miami.
El año pasado los Heat perdieron 4-2 la final ante los Dallas Mavericks, que habían sido sus víctimas en 2006
